martes, 6 de septiembre de 2011

PETER DRUCKER Y LA FILANTROPÍA



A lo largo de su carrera, Drucker se interesó por las organizaciones sin ánimo de lucro y en aportar su pensamiento a la tarea de mejorar la manera en que se administraban hospitales, iglesias, escuelas y organizaciones de la sociedad civil en general. Como cristiano devoto, aunó los valores morales de un líder a su eficacia como gestor del desarrollo social sostenible.
Para Peter Drucker, la filantropía corporativa es como la responsabilidad social “en cuanto a que nutre comunidades dinámicas y saludables”. Afirma que no se debe definir sólo como obras de caridad. “La filantropía corporativa actúa conforme al propio beneficio de la compañía. Desde el punto de vista del largo plazo se debe a sí misma, a sus propios intereses”. Es innegable que las corporaciones deben ser rentables y sustentables en el tiempo, por ello convergen en el contexto social, pues en el fondo también las sociedades y los países deben garantizar la sustentabilidad en el largo plazo. 
Pero más allá del concepto, el escenario competitivo global perfila a la  filantropía corporativa hacia el apoyo de instituciones que atienden las principales preocupaciones de la empresa. Es comprensible que un fabricante de bebidas apoye a organizaciones civiles o emprenda acciones con cierto énfasis en el cuidado del agua, como también lo es que existan decenas de problemas que afectan su sustentabilidad, a todo lo largo de su cadena de valor y que, por consiguiente, también merecen su atención.

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